A lo largo de su historia se han generado impactos en el Valle de México por la expulsión de las aguas y la sobre explotación del acuífero; problemas directamente derivados del crecimiento exacerbado de la Ciudad que exige un aumento de los servicios para los habitantes y la población flotante[1].
En la actualidad, la Ciudad de México se ha expandido a un paso veloz, convirtiéndose en una de las mayores metrópolis del mundo con una población estimada al 2018 de 21 millones 518 mil habitantes (Forbes, 2018).
La delicada posición geográfica de la Ciudad de México dentro de una cuenca endorreica (Cuenca del Valle de México), combinada con las presiones sociales, ha creado una situación compleja y ha alterado significativamente su ciclo hidrológico original (Salinas et al., 2016). Como resultado, la Ciudad depende completamente de su sistema de drenaje para prevenir y mitigar inundaciones.
Este crecimiento urbano tiene otras implicaciones ambientales dentro del valle. El recubrimiento asfáltico y el concreto de la ciudad han devorado las áreas verdes (Connolly, 1999), creando una capa impermeabilizante. Esto impide la infiltración natural a los mantos acuíferos y por consiguiente se aumenta la carga del sistema de drenaje en su funcionamiento para dar alivio al escurrimiento superficial (Reinoso et al., 2012). Estos factores han generado una alteración del ciclo hidrológico dentro de la cuenca; que, combinada con la modificación del uso de suelo y la deficiencia del drenaje, representan un riesgo presente y futuro para la población.
Por otro lado, el hundimiento de la ciudad de México continúa siendo una situación alarmante. La expulsión de las aguas; antes por gravedad, ahora tiene que hacerse por bombeo para elevar las aguas hasta el nivel del Gran Canal (Reinoso et al., 2012) . Actualmente, en algunos sitios, el hundimiento es de un centímetro al año, pero en otros, como Xochimilco y Texcoco, es de 18 y 25 cm anuales, respectivamente (Cigna and Tapete, 2020). Estos hundimientos diferenciales son el principal reto en cuanto al Sistema de Drenaje de la Ciudad.
[1] La población flotante es la población que utiliza un territorio, pero cuyo lugar de residencia habitual es otro. La población flotante, sumada a la población residente efectiva, permitirá determinar la “carga de población” que realmente soporta cada territorio (Garroncho Rangel 2011, pag. 27).
Referencias
Cigna, F., & Tapete, D. (2020). Present-day land subsidence rates, surface faulting hazard and risk in Mexico City with 2014–2020 Sentinel-1 IW InSAR. Remote Sensing of Environment, September, 112161. https://doi.org/10.1016/j.rse.2020.112161
Connolly, P. (1999). Mexico City: Our common future? Environment and Urbanization, 11(1), 53–78. https://doi.org/10.1177/095624789901100116
Forbes. (2018, May). CDMX, la quinta ciudad más habitada en el mundo: ONU. Forbes Mexico. https://www.forbes.com.mx/cdmx-la-quinta-ciudad-mas-habitada-en-el-mundo-onu/
Reinoso E., Torres M.A., Jaimes M.A., Franco V., D. R. y P. O. (2012). Escenarios de Pérdidas por Inundación Pluvial en la Ciudad de México ante una Falla de algún Componente del Sistema de Drenaje Principal (Scenarios of losses due to rain flooding in Mexico City due to the failure of any component of the Main Drainage Syst. Instituto de Ingeniería, UNAM. https://doi.org/SID/677, ISBN 978-607-02-3545-0
Salinas, E. M., Boer, F., Pas, B. van de, & Espínola, V. R. (2016). Towards a Water Sensitive Mexico City.
Un comentario en “¿Cuáles son las implicaciones del crecimiento urbano en la CDMX?”
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